Las setas alucinógenas producen unos efectos que llaman la atención de mucha gente y cada vez hay más personas que buscan iniciarse en el mundo de la psicodelia, pero no tienen el conocimiento suficiente sobre las cantidades, las variantes adecuadas o los efectos que puede tener en su psique. Por ello, los expertos recomiendan comenzar con las setas mexicanas, que constituyen aproximadamente el 20% de las especies psicodélicas del mundo y cuenta con unos efectos cálidos, agradables y con menor probabilidad de tornarse negativos.
México se considera el lugar de nacimiento de las setas psicodélicas. De hecho, en el país se realizaban ritos con estos alimentos desde hace millones de años. Para ellos, las sensaciones que producían les acercaban a los dioses aztecas y tenían un alto contenido espiritual. Tal era así, que existen pinturas en las que se observan setas alucinógenas desde el año 5000 antes de Cristo, mientras que sus dioses eran dibujados con hongos en las manos. Además, los trances psicodélicos a los que se sometían se denominaban “sueños floridos”.
México y las setas
Los hongos psicotrópicos y México siempre han tenido una relación especial. Lo cierto es que, de las más de 200 setas alucinógenas que se conocen en el mundo, alrededor de 50 se encuentran en el país azteca. Además, hay un lugar que sobresale dentro de México a la hora de abarcar nuevas especies micológicas: Oaxaca, que alberga 31 (más del 50% de las totales del país).
Tras la llegada del Imperio Español, esta sustancia se prohibió, ya que se consideraba que acercaba al ser humano a Satán. Por ello, no se supo nada de estos hongos hasta muchos años después, cuando Robert Gordon Wasson viajó a Oaxaca por la insistencia de su mujer en la investigación de estos alimentos. Valentina Pavlovna era rusa (donde siempre hubo mucho interés por la micología), por lo que le pidió a Wasson, que se dedicaba a la investigación y la escritura, que estudiase si los ritos con hongos alucinógenos de México eran ciertos. Tal fue la insistencia que, en 1953, partió hacia el país azteca con un fotógrafo, el director nacional de ciencias estadounidense y Albert Hoffman, conocido posteriormente por ser el sintetizador del LSD.
Una vez allí, avistaron una aldea de no más de 15 personas donde una curandera, la famosa María Sabina, realizaba ritos de curación con setas alucinógenas. Wasson las probó y realizó un documento científico con todo lo que vivió en los años que permaneció allí, lo que generó un boom de turistas y volvió a poner a las setas alucinógenas en uno de los primeros puestos en investigación, ya que se descubrieron especies desconocidas hasta el momento.
Por ello, en la actualidad muchos investigadores exigen que se vuelvan a realizar estudios sobre los ritos que los aztecas, matlazincas o mayas llevaban a cabo con la ayuda de las setas psicodélicas: “Se sabe que la mayoría de tribus mexicanas consumían setas para sus actividades religiosas, y debemos seguir estudiando esto antes de que no quede rastro con el paso de los años”, comentaba Gastón Guzmán, investigador de la psilocibina, hace unos años.
¿Por qué son las mejores setas para empezar?
De las más de 200 especies de setas alucinógenas que existen en el planeta, los expertos coinciden en que la mejor para iniciarse en el mundo de la psicodelia es la Psilocybe Mexicana. Esto se debe a que, con una dosis adecuada, se muestran agradables y altos efectos psicodélicos pero sin impactar de forma desagradable en el cuerpo. La paz, tranquilidad y alegría que produce una dosis baja de estas setas es el mejor inicio para cualquier persona que busque emprender su primer viaje.
Además, las setas mexicanas son una de las variantes que mejor amplían la creatividad e introspección del individuo, por lo que las reflexiones que surjan durante el proceso pueden generar conclusiones beneficiosas para la vida del consumidor.
Los mejores tipos de setas mexicanas
Psilocybe Cubensis
La psilocybe cubensis también se puede encontrar en otros lugares fuera de México, como India, Tailandia o Australia, por lo que es uno de los hongos más comunes del mundo. Oscila entre colores marrones claro y blanco, mientras que alcanza entre 9 y 14 centímetros de altura. Su mote es ‘Mongui’ y sus efectos son bastante psicotrópicos.
Psilocybe Mexicana
La psilocybe mexicana es una especie de seta que se descubrió bajo el nombre de Teonanácatl (dios seta) y sus componentes fueron analizados por el famoso científico Albert Hoffman en el año 1958. Se le conoce coloquialmente como ‘pajarito’ y era el ingrediente principal de los rituales religiosos de los antepasados mexicanos. Tiene el sombrero marrón y el tallo entre gris y canela. Es la favorita de los principiantes por sus geniales efectos con dosis blandas, pero los consumidores experimentados aseguran que en dosis altas las sensaciones son muy potentes.
Mazapatec
Esta subvariante de la psilocybe mexicana tiene una potencia superior a la comentada anteriormente. Su cultivo es muy sencillo y son muy resistentes. Además, generan una cosecha muy grande y sus sombreros permanecen cerrados. A nivel psicotrópico, la Mazapatec es una de las variantes consideradas ‘setas de la risa’ debido a su capacidad para hacer reír al usuario que la consume.
Psilocybe Aztecorum
Esta variante mexicana es muy parecida a la Psilocybe Cubensis en cuanto a composición y efectos, por lo que se las suele confundir e incluso mezclar. Sin embargo, no se recomienda empezar por esta seta porque, si bien los efectos con dosis suaves son dulces y tranquilos, un fallo de cálculo puede producir un mal viaje bastante duradero.
Existen muchos otros tipos de setas mexicanas, como la Psilocybe Caeurulescens, pero no se comercializan fácilmente ni están lo suficientemente estudiadas como para conocer sus efectos, por lo que no son nada recomendables para comenzar en el mundo psicodélico.