La trufa es un hongo gourmet apreciado por sus sabores y aromas únicos. Es un ingrediente que se utiliza en muchos platos de alta cocina , debido a su apreciado sabor intenso. Son muchos los que quieren conservar este manjar durante más tiempo para poder usarlo en cualquier momento. Pero,¿se puede congelar la trufa? En este artículo se explica todo sobre cómo congelar la trufa y descongelarla, para poder usarla cuando se necesite.
Antes de entrar en detalles, es importante destacar que la trufa es un producto delicado que puede perder calidad y sabor cuando se congela. Por lo tanto, aunque sea posible congelar la trufa, es mejor evitarla y utilizarla lo antes posible después de haberla comprado.
En ocasiones, se puede acabar con una gran cantidad de trufas, ya sea porque se han comprado o se han recolectado durante la temporada. Esta época es corta y hay que saber dónde encontrar trufas, así que puede ser interesante para guardarlas y usarlas en otro momento en las que ya no están disponibles, congelarlas puede ser la mejor opción.
Cuando se decide congelar la trufa, es importante hacerlo correctamente para minimizar cualquier pérdida de sabor, ya que se trata de un producto delicado y que debe tratarse con cuidado. A continuación, se muestran los pasos para congelar trufas correctamente:
Para estar más seguro de que el aire no llega a las trufas se puede optar por sumergirlas en grasa. Con el objetivo de conseguirlo se necesitan algunos recipientes con tapa que sean un poco más grandes que la trufa. Para ello se deben seguir los siguientes pasos:
Es importante descongelar la trufa correctamente para evitar la pérdida de sabor y textura. Se debe realizar de la siguiente forma:
El tiempo que se pueden congelar las trufas es de más o menos un año. No obstante, se recomienda usarlas antes para experimentar una menor pérdida en el aroma y sabor. Por eso es muy importante seguir los pasos descritos anteriormente y asegurarse de que no se puede usar antes de congelarlo, siendo la última opción.
La trufa descongelada no debe volver a congelarse ya que se rompería la cadena de frío y esto podría dañar su textura y sabor. Si se ha mantenido para rallarla sobre una receta, se puede volver a meter directamente en el congelador antes de que se descongele. Simplemente se deberá rallar sobre el plato sin esperar a que se descongele
Así pues, aunque sea posible congelar la trufa, es mejor evitarlo y utilizarla lo antes posible para disfrutar al máximo de su sabor y aroma únicos. Si al final se congela, asegúrese de seguir los pasos mencionados anteriormente para minimizar cualquier pérdida de calidad.