Cuando se recolectan setas silvestres o cuando se compran, uno de los principales problemas es limpiarlas correctamente. Muchos piensan que se debe lavar, pero nada más lejos de la realidad. Si bien, no existe un acuerdo universal entre los amantes de la micología. Para conocer cuales son los mejores métodos para limpiarlas sin perder nada de calidad, a continuación se explican algunos trucos sobre cómo limpiar setas con el método correcto.
Dependiendo del tipo de seta del que se trate, se deberán tener en cuenta diferentes recomendaciones. No es lo mismo ocuparse de un ejemplar joven, recién salido de tierra, cuya suciedad es fácil de retirar, que de uno que lleve mucho tiempo instalado bajo tierra. Lo primero que se debe hacer cuando se recolectan las mismas es retirar la suciedad más importante. También hay que tener en cuenta si se poseen las herramientas necesarias o no.
Es recomendable tener algunos de estos tres accesorios:
Con estas herramientas se puede obtener un resultado de calidad sin dañarlas.
Para ello, se observa si tienen partes dañadas. Si las hubiera, se retiran con el cuchillo y se cepilla con suavidad la superficie, usando el cepillo de setas. Una vez realizado este paso se limpia con un paño seco o ligeramente humedecido.
Lo más recomendable a la hora de recolectarlas, es dejarlas en tierra, ya que son estos ejemplares los que pueden reproducirse. En el caso de haberlas recogido, es posible que los primeros insectos hayan colonizado la seta y la suciedad esté mucho más incrustada. Para ello, habrá que quitar cualquier parte fea que se vea. Una vez terminado este proceso se utiliza el cepillo y por último un paño húmedo con el que limpiarla en condiciones.
Aunque hay debate sobre si se deben lavar las setas o no, lo cierto es que en algunos casos es necesario ponerlas bajo el agua, especialmente cuando se trata de ejemplares silvestres. La idea, es intentar que la suciedad escurra. Para limpiarlas en condiciones, habrá que ayudarse del cepillo, o en el caso de no tenerlo, de los dedos, usando siempre el cuchillo para retirar las partes feas.
Otra opción es pelarlas, como puede hacerse con los champiñones. Una opción perfecta y sencilla en caso de que la suciedad este muy incrustada, ya que solo habrá que tirar suavemente de la cutícula.
A la hora de limpiar las setas, se debe tener en cuenta que éstas son porosas, como una esponja. Por lo tanto si se remoja mucho absorberán el agua y será perjudicial para la misma. Este hecho puede cambiar la textura original, complicando ciertas recetas como las preparaciones a la plancha o los salteados. Así cuando se vayan a preparar, estas soltarán el agua y no se freirán, cociéndose en su lugar.
Por eso, se debe retirar la tierra o pelarlas, pero solo hay que lavarlas en determinadas situaciones, como cuando están extremadamente sucias o no se conozca la procedencia. En estos casos se debe procurar realizarlo de la forma más veloz posible y escurrirlas bien al terminar.
Una de las maneras de evitar que esto suceda es intentar seleccionar ejemplares jóvenes , por ser más fáciles de identificar y de limpiar.
Por lo general, las setas y champiñones, como el champiñón Portobello se venden envasados suelen venir bastante limpios y también listos para consumir. No obstante, en algunos casos aún conservan arena por lo que habrá que secarlos con un paño suavemente.
En el caso de los sombreros de los champiñones envasados no hace falta retirar la piel del sombrero, porque vienen ya muy limpias. Si se dejan tendrán que aportar nutrientes y sabor.
Existen diferentes formas, algunas de ellas son las siguientes:
Existen muchas dudas sobre cómo limpiar las setas de forma correcta. Por eso, es importante conocer los diversos métodos para escoger aquel más cómodo y sencillo de conseguir conservar las setas en perfecto estado.