La seta morada, conocida científicamente como Lepista nuda, es un hongo comestible que aporta un toque de color y sabor único a cualquier plato. Este tipo de seta se distingue por su llamativo tono violeta oscuro y es apreciada tanto por aficionados a la micología como por chefs de todo el mundo. Te contamos todo sobre esta seta a continuación.
Seta morada: características
La Lepista nuda, con sus apodos como pie azul o violeta, encuentra su lugar en el reino de las setas y hongos gracias a su perfil nutricional beneficioso y su capacidad para realzar los sabores en una amplia variedad de recetas.
Al explorar las características de Lepista nuda, se pueden notar fácilmente los detalles visibles. El color es una de las primeras cosas que llama la atención. Esta seta tiene un tono violáceo o azulado que puede variar hasta tonos más oscuros, por eso se le conoce como seta morada.
- El sombrero carnoso es una característica prominente de la Lepista nuda. Suele tener entre 5 y 15 cm de diámetro, inicialmente redondeado, pero a medida que crece, tiende a aplanarse e incluso a hundirse en el centro. Su superficie es lisa y suave al tacto.
- Las esporas, cuando se observan bajo un microscopio, son de color blanco con toques lilas y tienen forma ovalada.
- En cuanto al tallo, puede llegar hasta los 7 cm de altura y 2 cm de grosor. Es cilíndrico, firme y del mismo color que el sombrero aunque a veces más claro.
- La carne de esta seta es blanca con un tono violeta debajo de la piel del sombrero. Tiene un olor muy característico, dulce y agradable, similar al aroma del anís.
Hábitat natural de la seta morada
Para poder identificar la Lepista nuda en su hábitat natural, no solo hay que fijarse en su apariencia física sino también en su entorno, ya que suelen crecer en grupos numerosos en bosques tanto de árboles caducifolios como de coníferas, así como en prados húmedos, jardines y bordes de caminos. Esta seta prefiere los suelos ricos en materia orgánica y puede encontrarse durante la primavera, otoño e inicios de invierno.
Recolección responsable
La recolección responsable de la seta morada, o Lepista nuda, es un aspecto clave que todos los recolectores deben tener en cuenta. Algunos consejos útiles para su recogida son los siguientes:
- Evitar el uso de herramientas de metal: las herramientas metálicas pueden dañar el micelio, el organismo subterráneo que produce las setas. Se opta por usar las manos o una navaja de madera.
- Recolectar sólo las setas maduras: las setas jóvenes aún tienen que liberar sus esporas. Por lo que se debe dejar que crezcan y contribuyan a la propagación de la especie antes de recolectarlas.
- No recolectar todas las setas de una zona: dejar siempre algunas setas para asegurar que la población pueda regenerarse.
Usos en la cocina
La seta morada es una seta comestible que realza cualquier plato con su sabor y textura únicos. Sin embargo, es importante preparar el Lepista nuda de manera segura antes de su consumo, ya que consumirlo crudo puede causar gastroenteritis en algunas personas. La cocción adecuada neutraliza estos efectos.
Existen diversas recetas culinarias que incorporan esta seta, permitiendo a los chefs experimentar con sus múltiples posibilidades gastronómicas. Aquí te presentamos algunas ideas para inspirarte:
- Risotto de seta morada: este plato clásico italiano se beneficia enormemente del sabor dulce y terroso de la seta morada.
- Sopa de setas: aporta profundidad de sabor a las sopas, especialmente cuando se combina con otras setas y hierbas aromáticas.
- Seta morada a la plancha: un plato simple pero delicioso, ideal para resaltar el sabor natural de la seta.
Es recomendable limpiar cuidadosamente las setas antes de cocinarlas, eliminando cualquier residuo o tierra que puedan tener. Además, siempre se deben cocinar las Lepista nuda antes de consumirlas.
Otras especies relacionadas
El mundo de los hongos comestibles se extiende más allá de la seta morada, abarcando una variedad de especies con sabores y texturas únicas. Entre ellas destacan el Boletus edulis y las especies del género Russula o del Cortinarius, todas ellas empleadas en la cocina:
Boletus edulis
Conocido comúnmente como hongo porcini o cep, el Boletus edulis es un manjar en muchas culturas. Ésta posee un sombrero marrón y un pie robusto, siendo altamente apreciada por su sabor a nuez y suave textura. Se emplea en una variedad de platos, desde risottos hasta estofados, y es excepcional simplemente salteado en mantequilla.
Russula
Las Russulas se presentan en una gama de colores vibrantes que van desde rojo hasta verde. Son conocidas por sus sombreros convexos y su carne frágil que puede ser ligeramente picante o amarga según la especie. En la cocina, se utilizan para dar un toque de color y sabor a ensaladas, sopas y guisos.
Cortinarius
Los Cortinarius son menos conocidos pero igualmente interesantes; se distinguen por una cortina membranosa que protege las láminas en los ejemplares jóvenes. Algunas especies son comestibles pero se requiere cuidado en su identificación debido a la existencia de variedades tóxicas. Éstas proporcionan sabores terrosos a platos que requieren hongos con cuerpo y estructura.
Cada una de estas especies requiere métodos específicos de preparación para realzar sus cualidades culinarias. El conocimiento profundo sobre las características de la seta morada asegura no solo disfrutar de su sabor sino también respetar las precauciones necesarias para su consumo seguro.
